Exfoliar una piel con rosácea puede ser un tema controvertido. Algunos profesionales lo recomiendan mientras que otros lo prohiben.
Es verdad que hace unos años no me atrevía a usar productos exfoliantes debido a las advertencias que había leído, pero te adelanto que llevo mucho tiempo haciéndolo y ahora forma parte de mi rutina de cuidado.
Si este es un tema que te intimida, no te preocupes. Vamos a ver si más información cambias de opinión y te animas a comprobar por ti misma los beneficios de la exfoliación.
Pero, ¿qué es la exfoliación?
Lo primero que debes saber es que nuestra piel tiene la capacidad de renovarse a sí misma. En este proceso conocido como descamación, las células muertas de la piel son reemplazadas por células jóvenes que suben desde las capas más profundas.
Esta regeneración celular suele tardar unos 28 días, pero con el paso de los años se va ralentizando y factores como la alimentación, la falta de sueño y la exposición solar pueden retrasar aún más este proceso. Con el tiempo la piel empieza a tener un tono más apagado y pueden aparecer signos de envejecimiento prematuro.
Es aquí donde la exfoliación puede ser útil. Al exfoliar la piel estamos imitando el proceso de descamación acelerando la eliminación de células muertas, a la vez que eliminamos suciedad y restos de cosméticos que podrían estar favoreciendo la aparición de granitos. Al mismo tiempo promovemos la regeneración celular para conseguir una piel más uniforme y luminosa.
¿Son todos los exfoliantes iguales?
No todos los exfoliantes actúan igual y algunos son más indicados para las pieles sensibles. Aquí voy a explicarte cómo actúan los exfoliantes más comunes para que puedas elegir uno que se adapte a las particularidades de tu piel.
Exfoliantes físicos
Son aquellos que usan una acción mecánica (fricción) para remover las células de la capa más externa de la piel. Para ello usan micropartículas que pueden ser de origen natural (partículas de bambú, granada, esferas de jojoba…) o de origen sintético (microplásticos).
Algunos profesionales recomiendan este método, incluso en pieles sensibles, porque opinan que la piel puede beneficiarse del trabajo adicional que supone la exfoliación mecánica y así equilibrar la epidermis e incentivar la renovación celular. La Dra. Cristina Eguren, por ejemplo, afirma que la exfoliación mecánica también puede ayudar a eliminar el ácaro demodex.
Otros profesionales, en cambio, desaconsejan este método porque puede resultar algo agresivo, sobre todo cuando hay un brote en la piel, o si no se realiza con cuidado y se abusa de ello.
Exfoliantes químicos
Estos actúan sin la necesidad de la fricción, descomponiendo el pegamento intercelular que une las células muertas para que así puedan ser eliminadas. Se componen de un cierto tipo de ácidos y dependiendo del ácido y de su concentración, la exfoliación puede ser más o menos profunda. En algunos casos debe ser realizada por un profesional, ya que ciertos ácidos alteran el pH de la piel y esta podría irritarse con severidad.
Los exfoliantes químicos se dividen en cuatro grupos:
Alfa-hidroxiácidos (AHAs):
Entre los más comunes encontramos el ácido glicólico, el ácido mandélico o el ácido láctico. Se extraen de varias frutas y son solubles en agua. El ácido glicólico tiene un tamaño molecular pequeño lo que hace que penetre más rápido en la piel (pudiendo irritar), mientras que el ácido mándelico tiene un mayor tamaño por lo que tarda más tiempo y algunas pieles sensibles lo pueden tolerar mejor.
Beta-hidroxiácidos (BHAs):
El más conocido es el ácido salicílico (en realidad este es un hidroxiácido aromático, pero lo vamos a dejar aquí para no liar la perdiz). El ácido salicílico es soluble en grasa, y por eso suele ser indicado para pieles grasas, ya que penetra en el poro y disuelve el sebo.
Poli-hidroxiácidos (PHAs):
Se les conoce como ácidos de segunda generación porque se comercializaron posteriormente a los AHAs, que llevaban más tiempo en el mundo de la cosmética. Los más conocidos son el ácido glucónico, la gluconolactona y la galactonolactona. Destacan por ser bien tolerados en todo tipo de pieles.
Ácidos biónicos (ABs):
Los más conocidos son el ácido maltobiónico y el ácido lactobiónico, derivados de la caña de azúcar de malta y del azúcar de la leche respectivamente. Tienen un tamaño molecular bastante grande, por eso se les considera los ácidos más suaves y mejor tolerados por pieles sensibles.
Exfoliantes enzimáticos
Los exfoliantes enzimáticos se están convirtiendo en los favoritos de los dermatólogos, tanto por sus beneficios como por su alta tolerancia en piel sensibles. Al igual que los ácidos, enzimas como la papaína y la bromelaína deshacen las uniones de las células muertas para que así puedan ser desprendidas y reemplazadas por células nuevas. Además, las enzimas mejoran la textura de la piel, ayudan a unificar el tono y mantienen el poro limpio.
Mi selección de exfoliantes
Antes pensaba que la exfoliación era un NO rotundo para una persona con rosácea, como compartí en este post. Pero hoy en día he cambiado de opinión y considero que la exfoliación puede ser una aliada, siempre y cuando no se abuse de ella y se use el método adecuado.
Además de los beneficios mencionados, al eliminar la capa de células muertas favorecemos la penetración de los principios activos que estamos usando, mejorando los resultados de nuestra rutina cosmética.
Así que hoy voy a compartir contigo los exfoliantes que uso regularmente, y un par de opciones extra para quienes vivís fuera de México y Europa.
Exfoliantes mecánicos
Personalmente me gustan los exfoliantes mecánicos ya que este método nos permite tener mayor control sobre la exfoliación que vamos a ejercer. En una piel delicada no hace falta frotar más de un minuto y la presión debe ser leve o moderada.
Mi favorito es el Scrub de Ringana que incluye partículas extraídas de frutas como la frambuesa, la granada y el albaricoque, además de aceites como la almendra y el sésamo, que suavizan la piel. También lleva extracto de alúmina y de arándano con propiedades antioxidantes. No te puedo describir lo suave que me queda la piel (o bueno sí, como el culito de un bebé!). Puedes usarlo tanto en la cara como en el cuerpo. *Se puede comprar desde cualquier país de Europa, México y próximamente Colombia.
Otra opción interesante es el Scrubby Wash de HoliFrog. Aunque no lo he podido probar, su formulación tiene muy buena pinta. Emplea semillas de amapola y polvo de tallo de bambú para ejercer una suave exfoliación. También contiene Astaxantina, otro poderoso antioxidante. *Alyaka hace envíos a todo el mundo.
¿Qué no tienes acceso a estos productos? No te preocupes, que yo te cubro! Una mascarilla de harina de arroz también es un buen exfoliante mecánico. Aquí te dejo la receta.
Exfoliantes mecánicos hay muchos, pero los que definitivamente queremos evitar son aquellos que usan partículas sintéticas (microplásticos) por su impacto en el medio ambiente. Así que siempre busca aquellos de origen natural.
Exfoliantes enzimáticos
Apenas el año pasado salió a la venta la mascarilla enzimática de Ringana. Llevaba tiempo buscando un exfoliante de tipo enzimático que no tuviera otros ingredientes que pudieran irritar a la rosácea, y la formulación del producto de Ringana me encantó. Además de enzimas de papaya, piña y kiwi lleva gluconolactona, que ayuda tanto a exfoliar como a mejorar la hidratación de la piel. Y en comparación con el Scrub, la Enzymatic Mask me deja la piel muy luminosa. Tiene un suave olor a frutas y semillas que es un todo deleite para los sentidos. *Se puede comprar desde cualquier país de Europa, México y próximamente Colombia.
Otra mascarilla enzimática, que aún no he probado pero me gusta su formulación, es la BioActive Berry de Anadalou Naturals, o la mascarilla con enzimas y probióticos de Marie Veronique. *Dos buenas opciones para quienes viven en América.
En resumen
- Es posible exfoliar una piel con rosácea siempre y cuando se haya trabajado en recuperar la función barrera de la piel y no se esté en pleno brote.
- Una exfoliación adecuada promueve la regeneración celular y un tono de piel más uniforme y luminoso. También ayuda a eliminar suciedad y restos de producto, permitiendo que tu cosmética pueda ser más eficaz.
- Podemos usar diferentes tipos de exfoliantes para aprovechar los distintos beneficios que tiene cada uno. Los más indicados son los exfoliantes mecánicos, los enzimáticos, y los ABs y PHAs.
- Mi rutina personal: Exfoliación dos veces por semana (un día con el Scrub y otro con la Enzyme Mask).
Recuerda, cada piel es única y no a todos nos sientan bien las mismas cosas. Por eso, si llevas mucho tiempo sin usar un exfoliante, te recomiendo que inicies con precaución usando un exfoliante enzimático.
Cuéntame en los comentarios si ya estabas exfoliando tu piel o si después de leer este post te vas a animar a hacerlo, o si por el contrario aún te causa reparo.
Nota: En este post encuentras enlaces de afiliado. A ti no te supone nada en el precio y a mí me ayuda a seguir compartido contenido que te pueda beneficiar.
Mamen says
Buenas tardes desde España. Sí, yo uso exfoliante excepto cuando tengo un brote como ha sido recientemente y coincidiendo con un periodo de baja laboral por esguince de tobillo, igual que tú. Exfolio mi rostro una vez en semana y no todas las semanas, no soy muy regular pero voy a proponerme ser más constante excepto en esos periodos de brotes. Estoy terminando uno de Mary Kay y quiero probar después uno de la linea Salad Code. Una línea natural y que me está gustando mucho. Dispone de un tratamiento específico para pieles sensibles y con rosácea. La descubrí a través de la publicidad de Facebook. Un saludo
Laura Acevedo says
Hola Mamen, Gracias por compartirnos tu experiencia 🙂
Me alegra que ya te hubieras animado a realizar exfoliaciones periódicas. Y tienes razón, lo mejor es evitarlas en periodo de brote.
Espero que te recuperes pronto del tobillo, y ya nos contarás qué tal te va con el nuevo producto.
Un abrazo,
Laura
Lina says
Hola Laura sabes si en Amazon se consigue alguna vivo en Colombia
Laura Acevedo says
Hola, Lina:
No lo sé, pero los de Ringana llegarán en poco tiempo a Colombia. Así que estate atenta porque lo informaré a través de mi news letter 🙂
Lucía says
¡Hola, Laura!
Entonces, para las que no nos hemos exfoliado nunca, ¿recomiendas empezar por exfoliantes mecánicos o enzimáticos?
Y, ¿con qué frecuencia para empezar?
Laura Acevedo says
¡Hola, Lucía!
El enzimático podría ser una mejor opción. Yo empecé con mecánicos, pero porque no había encontrado uno enzimático que me gustara.
El primer mes puedes realizar una exfoliación cada 15 días. Después puedes añadir un día más de forma progresiva 😉
Un abrazo y gracias por tu pregunta!