Para la mayoría, el verano es sinónimo de vacaciones y tranquilidad. Pero si tienes rosácea, puede que te preocupe que el calor y la exposición solar empeore el estado de tu piel.

Si sueles tener problemas en esta estación, sabrás que protegerte del sol y resguardarte del calor es fundamental para mantener tu rosácea bajo control.

Pero no es lo único que puedes hacer.

Llevar una alimentación saludable y antiinflamatoria podría ser otro factor clave para prevenir esos molestos brotes veraniegos.

En este post hablaremos más de cómo hacerlo.

Alimentos que deberías evitar

Como ya sabrás, la rosácea tiene un gran componente inflamatorio. Cuando consumes alimentos que promueven la inflamación estás echando más leña al fuego de tu rosácea. Si al calor del verano le sumamos este tipo de alimentos, aumentamos las posibilidades de un brote.

Algunos ejemplos de alimentos proinflamatorios podrían ser los siguientes:

• Harinas refinadas (pasta, pan, galletas, bollería, etc)
• Alimentos azucarados o con alta carga glucémica (sobre todo cuando se consumen en grandes cantidades ya que aumentan los niveles de azúcar en sangre rápidamente causando inflamación)
• Ciertas grasas vegetales como margarinas y aceites refinados (especialmente las frituras)
• Alimentos muy picantes (aunque de por sí no son proinflamatorios, sí que provocan vasodilatación).

Aquí no hablo de alimentos más específicos ya que no a todos nos afectan las mismas cosas, pero si te interesa conocer el tipo de alimentación que suele causar problemas a nivel digestivo y en la piel, te recomiendo hacer mi curso online de alimentación.

Alimentos que más te van a beneficiar

La forma como nos alimentamos, el ejercicio físico, la contaminación e incluso la exposición solar provoca radicales libres (oxidación) que dañan el ADN de las células, promoviendo la inflamación y el envejecimiento prematuro de la piel.

Afortunadamente, tenemos al alcance alimentos ricos en antioxidantes como los carotenoides, los polifenoles, la vitamina C y la vitamina E que nos ayudan a luchar contra estos radicales libres que se forman en nuestro organismo.

También tenemos los ácidos grasos esenciales, como el omega 3, que con sus propiedades antiinflamatorias y fotoprotectoras, nos ayudan a prevenir que la piel se queme rápidamente.

Y no podemos olvidarnos de minerales como el zinc que juega un papel importantísimo en el proceso antiinflamatorio del sistema inmunitario de la piel, además de protegerla de los rayos ultravioleta.

Verduras y frutas ricas en antioxidantes

Hay varios tipos de antioxidantes y algunos son particularmente beneficiosos para la piel.

Los carotenioides (betacaroteno, licopeno, luteína y zeaxantina) los encuentras en alimentos como:

• Papaya
• Calabaza
• Repollo
• Brócoli
• Espinacas
• Tomates
• Acelgas
• Perejil
• Pimientos
• Zanahorias
• Mango
• Frutas y verduras de color naranja y verde

Los polifenoles como el EGCG los encuentras en el té verde, el resveratrol en las uvas rojas y el ácido elágico en los frutos del bosque (arándanos, moras, grosellas, frambuesas…), granada, kiwi, nueces pecanas, castañas…

La vitamina C la encuentras en alimentos como el kiwi, mango, papaya, guayaba los cítricos (naranja, pomelo, mandarina, limón…) y las frutas rojas como las fresas, arándanos, moras…

Y la vitamina E en alimentos como germen de trigo, frutos secos, cereales integrales, aguacate, verduras de hoja verde…

Omega 3, el rey antiinflamatorio

Además de las propiedades antiinflamatorias del omega 3, este ácido graso esencial también es necesario para mantener saludable el manto lipídico de la piel. Como es un ácido graso esencial, nuestro cuerpo no puede producirlo por sí mismo, por lo que debemos incluirlo en nuestra dieta de forma regular.

El omega-3 lo encuentras en alimentos como el pescado azul (sardinas, boquerones, caballa, salmón salvaje…) y en diferentes fuentes vegetales como algas marinas, nueces, semillas de chía, semillas de lino o semillas de cáñamo.

Suplementos alimenticios

Nuestra dieta no siempre contiene el valor nutricional que desearíamos, y por ello es buena idea incorporar nutricosméticos: suplementos específicos para fomentar la salud de nuestra piel.

Este tipo de suplementos suele recomendarse sobre todo a personas que tienen problemas en la piel (como es nuestro caso) y a aquellas que se queman muy rápido o que tienen alergia al sol, aunque toda persona que quiera tener una piel saludable podría beneficiarse de ellos.

Extractos botánicos para proteger la piel frente al sol

Gracias a la ciencia sabemos que ciertas plantas y algas tienen propiedades protectoras para la piel. Muchas de ellas no forman parte de nuestra dieta, pero podemos beneficiarnos de sus propiedades a través de suplementos.

Dentro de los extractos botánicos más interesantes encontramos el polypodium leucatomos, una planta que ha demostrado capacidad para prevenir las quemaduras solares severas ₍₁₎, calmar la picazón y reducir la inflamación de pacientes con dermatitis atópica. ₍₂₎

Otro extracto interesante es el de el haematococcus pluvialis, un alga rica en astaxantina. Este antioxidante ha demostrado tener propiedades fotoprotectoras preveniendo el fotoenvejecimiento, y también se ha visto que mejora la función barrera de la piel al prevenir la pérdida de agua transepidérmica. ₍₃₎

Además de los extractos botánicos, los nutricosméticos suelen incluir otros antioxidantes, vitaminas y minerales que promueven la salud general de la piel.

Nutricosméticos naturales vs sintéticos

En los últimos años se ha puesto muy de moda este tipo de suplementos, ya que se ha resaltado la importancia de proteger la piel desde dentro como complemento a los cosméticos a los que ya estamos acostumbrados.

Sin embargo, no todos los nutricosmeticos son igual de beneficiosos. Por ejemplo, no es lo mismo consumir un suplemento con ingredientes sintéticos (fabricados en un laboratorio a partir de moléculas sintéticas) que uno con ingredientes de origen natural, que se fabrican en laboratorios, pero su materia prima es la naturaleza.

¿Por qué? La respuesta es muy sencilla: se ha visto que nuestro organismo absorbe y asimila mejor los nutrientes que provienen de una fuente natural comparado con una sintética. ₍₄₎ Además, esta última podría causar efectos adversos y en algunos casos incluir ingredientes que resultan tóxicos para el organismo. ₍₅₎

¿Cuáles recomiendo yo?

Yo uso las Caps Protect que contienen los extractos botánicos mencionados anteriormente (polypodium leucatomos y haematococcus pluvialis), y además llevan zinc, un mineral que ayuda a proteger a las células del estrés oxidativo y proteger la visión. Estas cápsulas también llevan cobre, el cual nos ayuda a mantener la buena pigmentación tanto de la piel como del cabello. Además, todos sus ingredientes son de origen natural.

Otra opción popular que se suele recomendar es el Fernoblock, una formula patentada por Heliocare. Aunque este suplemento también contiene Polypodium leucatomos, su inconveniente es que incluye vitaminas sintéticas; y como ya mencionamos anteriormente, las de origen natural se absorben mejor por el organismo y tienen menos efectos adversos que las sintéticas. Así que estas no son mi opción favorita.

Si en tu país no encuentras estas opciones, procura encontrar otros suplementos que contengan polypodium leucatomos y haematococcus pluvialis en su fórmula, y a ser posible intenta que sus componentes sean de origen natural.

Por último, recuerda consumir los suplementos junto a alimentos ricos en grasas saludables para facilitar su absorción.

Otros tips para proteger tu rosácea en verano

Para terminar, te dejo los links de los productos que estoy usando y algunas recomendaciones de sentido común que ya me habrás oído mencionar otros años:

• Usa protector solar todos los días, incluso en días nublados. Si vas a sudar o te vas a meter al agua, usa un protector solar water-proof y reaplica cada dos horas.
• Ponte una gorra o sombrero de ala ancha, incluso cuando estés bajo una sombrilla.
• Mantente bien hidratada.
• Evita la exposición solar en las horas centrales del día.
• Usa una sombrilla que te proteja de los rayos UV.
• Lleva contigo un buen abanico y un mist para que puedas refrescar tu cuerpo.
• Aplica un after sun con propiedades antioxidantes, calmantes y antiinflamatorias después de exponerte al sol.

Si sigues estas recomendaciones, te aseguro que podrás disfrutar de los días de verano como lo hacías antes de tener rosácea (o casi igual, sólo que ahora te vas a cuidar mejor!).

Y tú… ¿cómo proteges tu piel durante el verano? ¿Tienes algún tip que quieras compartir? Como siempre, te leo en los comentarios 😊

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